Ya sé que Mingo (mi vecino) no lo va a leer, porque no usa Redes Sociales. Pero lo que hizo por mí no tiene precio. Resulta que yo me acerco a él, porque es carpintero y mi madre me recomendó hacerlo, para que me ayude a solucionar el problema de mi puerta curtida por las lluvias y resquebrajada a más no poder. En invierno entraba mucho frío por las grietas. Y en verano debo admitir que por ahí espiaba el patio ante eventuales ruidos. Me quedé sin espionaje pero, por suerte, con Mingo algo intercambiamos, más allá de los saludos formales de cada día cuando paso en bici por enfrente de su casa. Me dijo cómicamente que "ese fue siempre su oficio" porque era "muy vago" cuando era joven y le dieron la opción de aprender a trabajar con la madera o de ponerse a estudiar. Eligió la madera. Tan mala decisión no fue porque veo en él a un hombre que - a pesar de haber enviudado, con todo lo que eso significa, y dar fé de que el amor para toda la vida existe - demuestra una devoción inconmensurable y súper caballera por la vida. Y así de arrollador y respetuoso como vino hizo fuerza con la pala, logró sacar mi puerta y se la llevó hasta su casa. En cuestión de horas volvió con el problema solucionado. Maravillada yo, al llegar de la calle, no pude más que saltar de felicidad al ver, por fin, todo sellado y puesto en su lugar. Le pregunto a mi Madre, quien terminó de atenderlo, cuánto le debía por el trabajo. A lo que Mingo le dejó dicho y se opuso con un "ni se le ocurra a tu hija pasar por mi casa". Y así fue como mi corazón de pollo se sintió sostenido por un hombre que bien podría ser mi padre pero no tenía obligación alguna de hacer eso por mí. Y por eso vale el doble, se agradece y se comparte. Para que sigamos encontrándonos en los pequeños pero enormes gestos que nos hacen sentir enlazados a los otros, por una cinta repleta de colores afines entre ellos. Gracias, Mingo, por haber elegido Carpintería y solucionarme un problema que para mí era un problemón. Sin más te saludo atentamente, aunque no me leas. Y de todas maneras me acercaré hasta tu casa con un obsequio y una gran alegría por el hombre gentil y habilidoso que sos. ¡QUE EL MUNDO SE LLENE DE MINGOS! 😍
no seré Gloria pero tengo algo de fuerza: pudiendo ser policía elegí ser payaso, pudiendo ser puta elegí ser poeta
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
¡descubrí que era mujer!
Descubrí que era mujer el día que descubrí que no podía hacer otra cosa más que entregarme, abrirme, crear y cuidar algo -o mucho- por encim...

-
- Agustina, Agustina, Agustina... ¿Qué es para vos el éxito? ¿Qué es para vos el amor? - Por empezar algo que se mueve todo el tiempo. Alg...
-
"Siento que me quedaría toda la noche escribiendo" le dije. Y a ella sólo le bastó decirme "y bueno, hacélo" para que en...
-
¡ Cuántas veces el amor o la recompensa no vinieron del lugar esperado! ¡Cuántas veces nos sorprendieron y nos robaron la desconfianza traye...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario