junté de la calle un cajoncito de madera precioso pero medio roto, busqué unos clavos, lo martillé un poco y quedó diez puntos/ después lo probé en el asiento de atrás de la bici/ para no cargar todo en la mochila/ después sino la espalda me queda a la miseria / pienso salir a las 15:30hs/ cuando el sol está picante, siempre y cuando no se pronostiquen lluvias/ ataré la bici en el árbol más cercano/ preguntaré cuál es mi puesto y hacia ese lugar iré/ desplegaré el mantel/ no sin antes armar el stand/ con fierros y maderas (o plásticos) que funcionan de soporte/ con los broches que me dió mi madre sostendré todo para que no se vuele/ al mate lo llevo sin falta/ es parte de mi cuerpo/ después, cuando tenga ganas de ir al baño, le pediré a algún compañero o ángel de la guarda, que me cuide el puesto así desagoto la vegija y puedo seguir atendiendo/ que vaya Cacho sería muy grato para mí/ cruzarme a mí Profe sería mucho más grato aún/ al resto lo hacen los desconocidos cercanos/ por la geografía y por las ideas o poemas en común/ es una pena que exista la injusticia/ pero es real que nadie puede solo en este mundo y la meritocracia es una farsa/ sea el Estado o una comunidad presente: es un mimo al alma que ahí estén para bancarte/ GRACIAS/
🖊️ Agustina Ferrand
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