miércoles, 7 de mayo de 2025

tenía 20% de batería y 100% de amor

tenía 20% de batería

y 100% de amor

te dejaba pedacitos

de milanesa en la boca

y con la boca,

bien por los santos,

también hacía maravillas

no era perfecta, claro está,

pero entendía mis libros

como se entiende a un hijo

cuando vuelve borracho

y sólo hay que dejarlo dormir 

no por nada le dije -recuerdo-

¿qué quiero?

¿el poema más grande del siglo?

¿o tus manos escondiendo mi bic?

Para nosotros, los que escribimos, los que creamos, o los que consumimos arte y literatura, no hay nada mejor que una tragedia. Somos masoquistas de por vida. Buscamos lo imposible o lo negado. Ahora bien: ¿Qué pasa cuando las puertas se abren? ¿Agradecemos y pasamos? ¿O nos aferramos tanto a lo tóxico o a la herida que no sabemos en lo más mínimo crear desde la alegría? Esto es existencial y abierto al debate, claramente. Porque me interpela a mí tanto como te puede interpelar a vos. Porque puede ser insignificante y hasta agresivo cuando estamos atravesando un dolor enorme, de esos que te retuercen por completo las entrañas. La pregunta clave aquí sería: ¿Qué estoy dispuesto a perder o a poner en segundo plano a cambio de saber lo que hay del otro lado? Si atravieso la puerta del pudor, del amor o del miedo -¡esos dos amigos, o extraños, que se entrelazan tanto!- ¿Hay alegría? ¿Hay conmoción? ¿Veo resultados? ¡A nosotros que, como humanidad, nos cuesta tanto atravesar los procesos! Me pregunto qué sería de nosotros si, por fin, nos despojaramos del drama. Si abrazaramos con ansia la sonrisa. ¡Si hacemos el amor y deviene en carcajada! Porque lo que yo puedo aportarles a ustedes es que una mujer que espera con paciencia el beso, o en el mejor de los casos se adelanta, actúa y es resolutiva, puede que despierte mil moléculas de magia. Y entonces sí será como dice el inolvidable Charly: "Un amor real es como dormir y estar despierto". Con un ojo lo miro y lo atiendo, y con el otro descanso en la paz de saberlo mío, entero y dispuesto. O como trajo a colación un gran amigo... "seré sumamente fiel a vos, amor, hasta que vos dejes de ser(me) fiel". O hasta que -Dios no lo permita- venga el Diablo y nos ponga un palo en la rueda (de los besos y los cantos, que yirando por la vida edificamos). Que si no hay vino habrá uvas. Y si no hay experiencia no hay vida. Escondeme la lapicera un microsegundo. Yo después te explico.

🖊️ Agustina Ferrand



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡descubrí que era mujer!

Descubrí que era mujer el día que descubrí que no podía hacer otra cosa más que entregarme, abrirme, crear y cuidar algo -o mucho- por encim...