No por nada Pizarnik decía: "nada más terrible cuando se pide ayuda que recibir ayuda". Abrirse al cuidado del otro también es un acto profundo de coraje. Se requiere de mucha confianza y humildad para entender que solos, en definitiva, no podemos. A mí personalmente se me calcinan las neuronas cuando tengo que pedir ayuda. Me siento culpable. Y deseo que exista entre todas mis pastillas una pastilla especial, que diga en el prospecto: Se le baja la libido por aquí y se le sube por allá. Justo en el lugar y horario ideal. O bien alguna cuyo nombre sea "dejo de lastimarme" o "me dejo cuidar". Es que dejarse sujetar se parece mucho a ser el puente que pasa por encima del río. Cualquier desperfecto o movimiento en falso puede terminar en tragedia y lastimar al agua. Por eso no es que no te quiera, es que los días grises me hacen mal a los ojos y si por mí fuera a todo le pondría el color amarillo. Pero entiendo. Entiendo tus motivos. Y creéme que es por eso que cuando un puente se derrumba a quien más le duele, en realidad, es al puente.
🖊️ Agustina Ferrand
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