viernes, 8 de agosto de 2025

Agustina Ferrand: Micro-biografía

Soy Agustina, todavía. Tengo 33 años, ojalá para siempre. Nací en el País de los Ídolos y en la Provincia de los Rezos. Soy de Aire y también soy de Fuego. Tengo dos pares de lentes (en éste preciso y delicado momento), canciones para elegir, el ala indómita en el pecho y una leve aunque ascendente tendencia a menospreciarme por completo. Qué poco, pero qué poco, reconocimiento le doy a todo lo que hice hasta acá. Y a todo lo que sigo haciendo. Que aunque a veces sea por demás de sutil -después de haber hecho algo tan concreto como construir una casa- sigue haciendo sus maniobras -por dentro y por fuera- en el resto de los planos. Compito conmigo y no con otros. Por eso quizá los autos pasan a toda velocidad y me dejan todo el polvo. Todas y todos, bien o mal, lo estamos intentando. Me exijo muchísimo. Me exijo demasiado. Tengo mucho amor para dar y siempre, de una manera u otra, lo estoy entregando. ¿Qué puedo esperar de los demás si ni siquiera yo me compro, me vendo y me perdono? ¿Si ni siquiera soy compasiva conmigo primero, cuando más me necesito? Que se caiga mi careta. Estoy hecha de látigos y caballos huyendo. Ambos soy yo. El caballo que huye y el látigo que azota. Bastaría, de manera repetida, con tan poco: Un propósito. Un cigarro. Una cerveza. Y al carajo el qué dirán y las expectativas ajenas. En la próxima borro con el corazón todo lo que hice ayer que, en realidad, era para mañana.


 

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