domingo, 27 de octubre de 2024

lo mejor de mí está aferrado a mis huesos

Me cuesta imaginarme siendo una "señora mayor". Me preocupa no tener hijos, pero me alivia saber que quizá no es el momento. Hay que darles un lugar seguro, estable y amoroso a los que vienen viniendo. Pienso cada día de mi vida en eso. ¿Algún día podré tener una casa como "esa casa que una vez visité"? ¿Y decirle a Clarita, la chica que me ayuda con el orden, que mañana le aumento el sueldo? Me pregunto si podré tener los suficientes billetes para darle al trapito y al mesero. Aunque ahora ni siquiera haya trapitos. Porque, encima de males, les quitaron el trabajo. Me cuesta imaginar que mi pequeño refugio en algún momento no se partirá en dos. Por caída de ramas o por un cimiento mal hecho. Me preocupo por mi padre, que está viejo. Y a quien no puedo llamar bajo ninguna circunstancia para que pase a buscarme por lugares. Porque sí. Cuando salgo a la calle, en este mundo, siendo mujer siento miedo. Y las contracturas en la espalda, más de una ausencia, son por eso. Me preocupa todo lo que no puedo confiarle a mi madre, ni a mi hermana, ni a mis compañeros de camino. Me cuesta imaginarme siendo una "señora mayor" porque seguramente ande en algún club o café literario, compartiendo con otros mayores como yo esa pasión irrefutable por mezclar palabras con palabras. Pero si tengo suerte... alguna jovencita me recordará y se acercará a mí con emoción y alegría. Me siento orgullosa de ser poeta. Aunque ser poeta te permite vivir apenas y "a penas". Lo que se dice: una vida muy austera. Nadie me lo advirtió. Nadie me dijo "cargarás con esa cruz". Yo simplemente ví papeles y empecé a llenarlos. Y mientras los iba llenando pude descubrir que, claramente, tenían un sentido. No sé quién voy a ser cuando ya no pueda sentarme chinito, cuando no sepa hacer amigos, cuando mi perro se haya muerto, cuando por fin conviva con un gato. Pero ahora tengo esto y doy lo mejor. Duermo como puedo dormir y canto siempre que siento al amor cerquita, cual colibrí. No sé si de acá a 10 años existirá Instagram y las plataformas que usamos. Pero hoy estoy acá. Y aunque sólo tenga un par de zapatillas y la misma ropa desde hace años... sé que lo mejor de mí está aferrado a mis huesos.

lunes, 21 de octubre de 2024

una de las mejores canciones de Sabina

Laura tenía todo lo que aparentemente hacía feliz a una mujer: profesión, estatus e independencia. Hacía lo que quería. Y para colmo de bienes: era férreamente sostenida. Su red de apoyo claro que lo hacía.

Sin embargo había algo que no había podido conseguir: un amor recíproco que le iluminara los días. Pensó encontrarlo una vez en Juan y otra vez en Matías. Pero donde finalmente pudo dejar sus valijas fue en el corazón de Martina.

Martina tenía poco y casi nada, pero era dueña del más amplio palacio de palabras y fantasías. Y eso a Laura la deslumbraba tanto como le daba miedo entregarle su vida. Los años pasaban y las arrugas venían. 

Laura soñaba con que, en algún vuelco del destino, Martina le diera las tablas para abrir su océano en dos. Pero eso a Martina no le correspondía. Además de que su cabeza estaba todo el día más que “en la sobra” siempre “en la falta”. 

Martina era una chica de barrio que bien podría confundirse con una estrella de Hollywood, por el talento y el brillo que tenía. Pero no había red alguna a su paso. Y además los pesos escaseaban. Y eso al vínculo le complicaba la vida.

Hasta que un día Laura se armó de coraje y le dijo a Martina lo que sentía. Era como ver a un durazno desarmarse por la mordida de una mujer que ya había probado todo pero, aún así, no sabía qué hacer con su vida.

Se desangró en palabras y melodías. Fue clara y letal. Y eso a Martina le pareció un regalo de la vida. Laura estalló de revelaciones y fue el movimiento justo que permitió, ahora sí, darle paso a la aventura.

Se escandalizaron las aguas y el mar embravecía. La distancia no podía ser de ninguna manera una excusa.

Así fue como Laura surfeando entre su tormento y su alegría consiguió que a Martina le invadiera una compasión infinita. Y en consecuencia fuese ella quien emprenda el viaje hacia Laura. 

Todo lo demás empezó a ser un boleto seguido de otro boleto, una mirada seguida de otra mirada, una melodía seguida de otra melodía. Laura y Martina, juntas, empezaron a ser una de las mejores canciones de Sabina.

🖊️ Agustina Ferrand 

"sin humildad no hay aprendizaje" dijo y me conquistó



🗯️ "Una vida no examinada no merece ser vivida" decía Sócrates, el que no sabemos si existió o fue un invento de Platón. No conozco a nadie que sea oyente (aprendiz) y no sea introspectivo. El oyente (aprendiz) pone la oreja y el pecho. Y en el pecho bien sabemos que también anida el corazón. El no-introspectivo no desea escuchar (aprender) porque siente (cree) que ya lo sabe todo. Por eso cuesta tanto derribar los muros de quien se cree muy firme. La educación, vista desde los ojos de este filósofo que nació mucho antes que Cristo, era (y es) un proceso para "dar luz a la verdad". Él no escribía. Él creía en el diálogo (dialéctica) es decir: en la conversación, en la oralidad. Ya lo dijo Ivonne Bordelois: "El amor es entrar en una larga conversación". En la que, por supuesto, habrá un tema que sirva de ventana por la que entren muchas preguntas, una detrás de la otra. No sin antes habilitarme receptivo y sobre todo reconocerme ignorante. El método socrático es, sin ir más lejos, una actitud pedagógica y por qué no... una actitud ante la vida. Desconfío de los llenos de certezas. Esos hombres son, ante todo, peligrosos. Será por eso que no termino nada de lo que empiezo. O que nunca puedo decidir entre una cosa o la otra. Porque en el camino me siento infinidad de veces ignorante y pienso "qué porquería lo que estoy dando", "¿no será que puedo dar - o ser - algo mucho mejor?". ¿Y qué es lo mejor? ¿Lo que a mí me hace sentir más cómoda, quizá? ¿Lo que contenta a la mayoría? ¿O lo que es más mío que nadie? De andar todos, hoy en día, por aquí en Occidente con túnicas... quizá nos veamos como los hermanos que somos y se terminó el asunto. A otra cosa, Liberalismo. Pero aún nos queda mucho por acercarnos a los jazmines de Oriente. Y lo visual es, hoy más que nunca, lo único que parece importarnos. Ay Diosito. ¡¿Por qué la primera impresión es la que cuenta?! Quiero librarme del peso enorme de "tener" que "estar" o "vestirme bella". O en el mejor de los casos, como reza un dibujito en la vastedad de las redes sociales: "ya no quiero ser la mejor en lo que hago, quiero ser la más feliz haciéndolo". Hablemos socráticamente de esto. 🗯️

sábado, 19 de octubre de 2024

tamborcito de ella o de quien sea que nos trate sin agravios

Hay que decirlo. Muchos de nosotros no venimos de familias amorosas o unidas. Algunos ni siquiera sabemos lo que es ser abrazados por la primera comunidad que hemos tenido al venir al mundo. Otros sentirán las ausencias más presentes que nunca. Sin embargo al crecer nos ponemos los lentes de nuestros padres y madres y entendemos que ellos también vienen de un linaje en el que "la falta" tomó protagonismo. A algunos de nosotros ni siquiera nos gustan sus gustos. Nos sentimos desde muy pequeños, definitivamente, distintos. Tenemos pasiones por cuenta propia y en los días socialmente "felices" nos invaden unas ganas de que todo sea silencio. Pero ahí vamos... poniendo lo mejor de nosotros para que si duele no sea en exceso. Y entonces al rencor, por fin, podemos transmutarlo. Tarea difícil para los que llevamos en una lista las heridas más profundas. Pero no imposible si tenemos en cuenta que no queremos hacer lo mismo que nos hicieron. No somos los abusos que sufrimos, ni mucho menos el vacío que debió ser llenado con una palabra de amor o un abrazo. Tampoco somos la indiferencia que muchas veces nos dieron, a cambio de no ser lo esperado. Somos la fuerza que con el tiempo se engendra, aún más fuerte. Y somos, además y sobre todo, el perdón que otorgamos y el reencuentro. O bien: la retirada en silencio y a otra cosa mariposa. En tiempos en los que parece que hay que aparentar una felicidad que quizá no es tal... ser genuinos y contar lo que nos pasa me parece esencial. Vengo de la nada y hacia el todo quiero ir. Con mis libros y mis dibujos, sin barniz. Pero sobre todo con la consciencia de que algo importante debo ser, si me busco con tanta insistencia. En vísperas del "día de la madre" nada mejor, si nos tocó un corazón de amapola, que perdonarlo con rabia y abrazar cada uno de sus pétalos. Siempre y cuando tengamos la oportunidad. Recordemos que "la vieja" fue el primer latido humano que escuchamos. Seamos tamborcito de ella o de quien sea que nos trate sin agravios. 

🖊️ Agustina Ferrand 

aquí un maestro, aquí más de un futuro

 ♥️ esto podría llamarse "oda a la pedagogía más que al periodismo" o "por qué pasé de estudiar Comunicación Social a hacer un Profesorado" 😁 no te dije yo que era más fácil anotarse a Carpintería 🤏🏻 (chiste, chiste) sólo sé que no sé nada ♥️

#pedagogía #periodismo #reflexión #escribir #sermaestro #serprofe #paraquésufrir #sinohacefalta #mujeresqueleen #mujeresqueescriben #mujeresqueinspiran #quién #cómo #paraqué

Para abordar lo que sea nunca están de más las preguntas antropológicas… “Quién, Cómo y Para qué.”

¿Quién va? ¿Cómo va? ¿Para qué va?

¿Quién odia? ¿Cómo odia?  ¿Para qué odia?

¿Quién elige? ¿Cómo elige? ¿Para qué elige?

¿Quién se acerca? ¿Cómo se acerca? ¿Para qué se acerca?

Si el Periodismo debe preguntarse siempre el qué sucedió, a quién le sucedió, cuándo sucedió, dónde sucedió y por qué sucedió, a la hora de transmitir una noticia (las 5 w, con el paso del tiempo se sumó el “cómo sucedió”) estudiar Pedagogía invierte en la novedad del “para qué”. Pequeña diferencia que tiene la capacidad de alzar un puente, en vez de meramente transmitirlo, explicarlo o transitarlo.

No por nada jamás podríamos comparar a un Maestro con un Periodista. Aunque ambos, en teoría, busquen dar a luz "una verdad”, parirla hasta estallar. No está de más aclarar que el Periodismo nació allá por 1440, con el surgimiento de la primera imprenta y la Pedagogía mucho después. Exacta y paradójicamente al finalizar la Primera Guerra Mundial (1914).

¿Qué decirte, no? El “para qué” de la Pedagogía es una puerta hacia el futuro. Es lo único que puede posibilitarnos aportar en vez de enloquecer, o bien: como decimos en el barrio, el “para qué” puede ayudarnos simple y rabiosamente, como seres humanos, a “pensarlo dos veces antes de” y/o a “no pisar el palito porque hice tal cosa”.

¿Quién habla? ¿Cómo habla? ¿Para qué habla?

¿Quién siembra? ¿Cómo siembra? ¿Para qué siembra?

¡El destino de los pueblos depende tanto del “para qué”!

No por nada, como supe leer por ahí: la última palabra del filósofo la tiene la pedagogía.

Claro, porque no sólo se queda en la pregunta sino que busca cauces para que el río fluya. Transforma en muy útil lo útil. El ser en devenir depende de ella.

¿O a vos no te parece muy causal que semejante ciencia (a la que le costó mucho que la llamen "ciencia") haya nacido después de una de las más grandes guerras? En definitiva es la única que puede trabajar sobre la mente y el alma de la mujer y del hombre. Al menos de una manera futurista y por qué no humanista.

Y con esto no estoy poniendo a nadie por encima de nadie. Simplemente intento comprender la función clave de un docente o maestro. Su irreversible responsabilidad y destino. El gesto o la maniobra que puede torcer un rumbo.

Así de psicodélico y forzosamente relevante es el paso de algunas personas por el mundo.

Aquí un maestro, aquí más de un futuro.


🖊️ Agustina Ferrand

jueves, 10 de octubre de 2024

si estás leyendo esto es porque estás alfabetizado

Si estás leyendo esto es porque estás alfabetizado. Por ende: no te imaginás el enorme terreno ganado que tenés.

Sin embargo no valoramos lo que nos distingue de los animales. No ponemos a bailar al vocabulario para sacar lo mejor de cada circunstancia. O a veces lo hacemos. Pero cuando no: la nube negra se avecina.

Porque leer y sobre todo escribir es una “chispa de luz en la vergüenza”, como canta León Gieco. Y hay quienes, al no tener esa claridad, viven en un fondo oscuro y terrible.

Imagináte no poder comunicarle a tus seres queridos sobre tus logros o tus fantasmas. No poder dejar en papel una nota que diga “gracias”, “perdón” o “te amo”.

La educación, para Paulo Freire, debe ser horizontal. Lo cual significa que el educador en ningún momento deja de aprender del educando. Estrellitas para Paulo. Él sentía, además, que la educación debe ser liberadora o no ser. Por ejemplo, trayendo a colación a Galeano, la educación transforma a los nadies en alguienes.

Hay que “colocar al alfabetizando en condiciones de poder replantearse críticamente las palabras de su mundo, para saber y poder decir su palabra: historizarse”, alentaba Freire. O como se me ocurre decir a mí: hay que lograr que el alfabetizando no se quede al márgen de los acontecimientos de su propia vida, sino que sea partícipe. 

Y, entonces, pueda contar y cantar lo que le pasa. De lo contrario no tendríamos diálogo. Y si no hay diálogo nos vamos de este mundo sin conocer lo que yo mismo y/o el otro lleva dentro. ¿No te parece escandalosamente sombrío?

Y por último, pero no por eso menos importante, hablando de Freire que tanto nos interpela y nutre, traigo a colación una nota de clase: “hay una intrínseca correlación entre conquistarse, hacerse más uno mismo, y conquistar el mundo, hacerlo más humano.” Lo cual me parece que no tiene remate. ¿Por qué será que nos gobiernan hombres que no hicieron lo primero y, por ende, no podrían jamás hacer lo segundo?

Claro, ¿por qué será que como sociedad elegimos representantes que no se han conquistado, ni saben dominarse, y por ende nos hacen parte de un mundo cada vez menos humano?

¿Estamos frente a un espejo que nos muestra nuestra cara más fatal? ¿Somos así de perversos? ¿Perdimos conexión con los demás? ¿En qué momento empezamos a morder la mano de quien nos daba el pan?

No entiendo al mundo porque todavía no termino de entenderme a mí misma. Tengo hambre, además, y no hay nada por besar. Es lógico que acá hay un puente agarrado con alambres.

🖊️ Agustina Ferrand 

posdata: 🖊️ todo este maldito sistema está mal 💧 gracias profe por darlo todo, acá apenas algo 📝



domingo, 6 de octubre de 2024

hermano sensible y heróico:

Hermano sensible y heróico... a vos te hablo. Cómo no te vas a sentir orgulloso de vos si marcás la diferencia. Si en el medio de un mundo que no hace otra cosa que evadir los sentimientos vos la parás de pecho y enfrentás la realidad. Cómo no te vas a merecer el amor más enorme del mundo... si dejás caer una lágrima y las torres gemelas no se derrumban. Entonces no hay trauma ni malestar. Cómo no vas a sentirte orgulloso de vos si no usás la fuerza ni para herir, ni para matar. Claro que sos un súper hombre. Porque no te creés mejor que nadie. Y le das a los demás la comodidad que a vos siempre te dió la sociedad. Sos consciente de tus privilegios y hacés algo en consecuencia. No te quedás allá arriba sin bajar al valle y subir a quien nunca tuvo la posibilidad. Hermano sensible y heróico... gracias por emocionarte y cantar. Vos también sos importante ¡y también podés fallar! Te amo porque con vos me siento todo terreno. Sos impecable. Nunca me asfixiás. Que la vida te devuelva lo mucho que me respetás. Cómo no te vas a sentir orgulloso de vos... si en vez de generar miedo generás amistad. Seguí gambeteando, hermano. Subrayá todo lo que haya que subrayar. Pero que nadie te quite el pan y la paz. Sos valioso en este mundo de oprobio. Quedáte cerca de todo. No uses tu poder para generar el mal. Te necesitamos fresco y hermoso. Te lo digo yo, que siempre te dejo pasar.

🖊️ Agustina Ferrand

sábado, 5 de octubre de 2024

la rebelión consiste en hacerle la pregunta a la rosa

Bajó del cielo la adultez y le dijo a la niña: Hagas lo que hagas no serás un helado. Habrá quienes te juzguen por tus colores sin haberte probado y dirán o harán gualichos, con tal de verte en el tacho.

Serás luz evidente para algunos y oscuridad reprimida para otros. O viceversa.

Habrá quienes te tomen de la mano y salten con vos al vacío y quienes te empujen y se queden en la superficie. 

No sos para todo el mundo y eso es parte de jugar el juego en el que andamos.

Lamento ser yo quien te informe de la maleza. Pero si la arrancamos verás un dulce y apacible jardín que es, en definitiva, por lo que todos luchamos.

No puedo darte "tips" para que reconozcas lo verdadero de lo pasado o pisado. Pero sí puedo acompañarte a recortar nubes y pájaros para que hagas un collage de lo soñado y amado. Así nunca dudarás de cuál es tu eje en el gran desajuste.

Será complejo, mi niña. Pero a veces tendrás que ser como los caballos. Y seguir tu camino, poniéndo tu cuerpo y tu alma por delante. Será la única manera de dormir de noche y respirar de día. O quizá la única forma de olvidar lo amorfo y darle un rumbo a tu vida.

No creas en nada de lo que te digo, porque yo también estoy perdida. Pero lo que sí.. querida mía, no te vayas muy lejos de vos misma. Adherite a todo eso que tan feliz te hacía.

Hagas lo que hagas habrá quienes piensen que sos una impostora. O hagas lo que hagas habrá quienes afirmen que sos maravillosa. No los escuches. Quedáte en el jardín.

Y preguntále a la rosa si le gusta ser rosa. La rebelión consiste en hacerle la pregunta a la rosa.

🖊️ Agustina Ferrand



viernes, 4 de octubre de 2024

intensamente 2

Ví con mi madre la película “Intensamente 2”. ¿En qué momento empezamos a tener películas de 1 hora y media? ¿Qué pasó con nuestra atención?

Resulta que la niña Riley ya no es niña, entra en la etapa de la “pubertad” y con ella vienen emociones complejas y nuevas: La ansiedad, el aburrimiento, la vergüenza y la envidia.

Quienes protagonizan la película, en realidad, son la ya conocida “Alegría” y la novedosa y preocupante “Ansiedad”.

“Ansiedad” se anticipa a  todos los escenarios. Y proyecta miles de posibilidades de futuro. Todas, por lo general, catastróficas. 

“Alegría”, aún así, desea y hace todo lo posible por recordarle a Riley su identidad, sus valores, lo que hace que Riley sea Riley y no otra.

Es interesante pensar en la complejidad de nuestro cerebro. Y en los miles de pensamientos que archivamos por si acaso.

No todos son útiles. No todos hacen a nuestra verdadera identidad.

Eso explica la película. Hasta se vuelve psicodélica.

Esperaba más de Disney Pixar pero dió lo justo y necesario para recordar que no por querer pertenecer vamos a traicionar nuestros principios. O no por querer ser “cool’s” vamos a perder el compañerismo.

Elijo la escena en la que todas las emociones se abrazan para que Riley no colapse. Y con el final abierto, por supuesto, en el que suponemos que, al final, a la ya adolescente Riley le salen las cosas mejor de lo que esperaba.

¿Cuántas veces la “Ansiedad” le ganó a la “Alegría”? ¿Cuántas veces por no validar a la “Tristeza” no llegamos a destino? O lo que es mejor: ¿Cuántas veces una o varias lágrimas nos hicieron sentir vivos? ¿Y después muertos… y después, con unas ansias irrefrenables, de querer cambiarlo todo?

Sin lágrimas no hay vida. Sin alegría no hay propósito. Y sin ansiedad… ¡Pufff! Para mí es la villana de la historia, la que quiere controlar lo incontrolable. La que, como bien dijo el Indio en una canción, quiere trepar alto y se le ve el culito. Así es la vida. Amarga y maravillosa. Bestial y súper cursi. Caótica y en exceso amable. Y quien quiera desterrar una cosa no se llevará la otra.

Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, muchacha.

🖊️ Agustina Ferrand



miércoles, 2 de octubre de 2024

¿por qué elegí @anaeditorial?

"Si usted tiene un pan y yo tengo un euro, y yo voy y le compro el pan, yo tendré un pan y usted un euro, y verá un equilibrio en ese intercambio, esto es, A tiene un euro y B tiene pan, y a la inversa, B tiene el pan y A el euro. Este es, pues, un equilibrio perfecto.

Pero si usted tiene un soneto de Verlaine, o el teorema de Pitágoras, y yo no tengo nada, y usted me los enseña, al final de ese intercambio yo tendré el soneto y el teorema, pero usted los habrá conservado.
En el primer caso, hay equilibrio. Eso es mercancía. En el segundo, hay crecimiento. Eso es cultura."

 🖊️ Michel Serres



















Bueno, les voy a contar un poco por dónde vienen algunas obsesiones y, en consecuencia, por qué elegí la editorial que elegí para que "Canción para los días difíciles" esté aquí, entre nosotros, en formato físico. No va que yo me "enamoro" de una chica que se llama "Ana" y me meto en lugares sombríos. Ahí en lo oscuro pensé profundamente en Agus... pero no yo, otra Agus, que en definitiva fue un espejito que me puso la vida o bien una lágrima que llenó el vaso de emociones muy fuertes. Recuerdo que cuando salí (literal corriendo) de la escena "Ana", segundos antes de subirme al cole, hablo con un extraño y el extraño me pregunta qué es lo que más deseo en el mundo. Con lágrimas en los ojos se lo dije. La respuesta fue: una familia... ese es mi deseo, tener una familia. Llegué a casa. Todo me daba vueltas. No había pasado ni un año desde que conocía a Agus. Nunca fui muy buena para las fechas y números. Pero sí recuerdo que Agus ya había transformado mi vida, con sólo aparecer y dejar en claro que alguien "como ella" existía. Ella fue un Antes y un Después en mi vida. Me enseñó que sólo el amor cura lo que el amor rompe. Y que en el camino de intentar acercarme a ella claramente rompí y curé muchas cosas. Cuestión: en Paraná (Entre Ríos) vive y trabaja arduamente un tal Pablo, quien junto a otros compañeros le dieron vida a "Ana Editorial" en honor a su abuela... Ana. Apenas me enteré me pareció una maravilla. Perdí a mi abuela hace poco y a todo esto yo ya había diseñado el triángulo mágico A.N.A. Una Agus por un lado y una Agus por el otro. Y en la cima, claro... NADIE. Absolutamente nadie. Sólo dos Agus. Totalmente iguales. Y se fue dando todo muy fácil. Le escribo a la Editorial para pedirles un presupuesto, para presentar al Fondo de Asistencia Cultural de mi ciudad y enseguida me lo facilitaron, lo presenté y al proyecto lo aprobaron. Como devolución prometí visitar las escuelas y ya lo estoy concretando. Pero fíjense, ustedes, qué belleza y qué locura. Hasta dónde me llevó mi obsesión por jugar con los símbolos y las palabras, ¿no es cierto? Y no sólo eso. Sino el inmenso y más puro amor que siempre le tuve a Agustina. La chica que traje a casa en bici como si conmigo cargase un tesoro. La que también me dejó entrar en la suya, con un rezo que al final decía "ojalá nunca te vayas". Y yo tan gato... me dí cuenta tarde de que, en ese momento, debí haber actuado como el mejor de los perros. Pero el destino no lo quiso. Y así nos fuimos encontrando y desencontrando. ¿Adónde voy con esto? A una explicación o teoría que nadie me pidió pero que, para mí, tiene toda la certeza del mundo. En fin. "Canción para los días difíciles ya es un hecho" y sólo falta que llegue a mis manos y empiece la travesía. ¿Vas a dejar a tu mesita de luz sin el libro más melódico del mundo?

🖊️ Agustina Ferrand

02.10.24
@anaeditorial 


quitádle a un niño la educación y la palabra











Para delimitar y expandir, por empezar, necesito de la palabra. Para aprender a relacionarme con los demás ética y, en lo posible, responsablemente la educación hace lo suyo. Sin educación y sin palabra no somos capaces de echar luz sobre la oscuridad del mundo. Son ellas (y no ellos) las palabras femeninas que nos ayudan a gestar nuestras ideas y ponerlas en práctica. Nadie debería irse de esta vida sin saber leer carteles y sin poder capacitarse. El mundo tal como está no me gusta, quizá por eso me creo capaz de cambiarlo.

🖊️ Agustina Ferrand 

¡descubrí que era mujer!

Descubrí que era mujer el día que descubrí que no podía hacer otra cosa más que entregarme, abrirme, crear y cuidar algo -o mucho- por encim...