miércoles, 30 de julio de 2025

¿todavía querés ser mamá?

¿todavía querés ser mamá?

¿congelarías óvulos?

¿te imaginas siendo abuela

y casándote?

¿en qué momento del día

sentís odio por la falta

de responsabilidad afectiva?

¿en qué momento del día 

sentís devoción porque

te inunda el afecto?

¿tu trabajo es cruel?

¿y tus compañeros?

¿son violentos? ¿o compasivos?

¿alguna vez fuiste amiga 

de alguien que después 

fue tu novio o tu novia?

¿vos decís que la soledad

se trata de uno en tanto luna 

o de uno en tanto muchos 

rodeando la mesa

o la luz

de tu sombra?

¿qué te parece el futuro?

¿lo ves como lo veía Celaya?

¿una bala disparada 

únicamente 

por la poesía?

¿o una cabeza de niño

que perdió su cabeza?

¿creés que yo juego

con vos

o, en realidad, lo que me pasa

es que te amo demasiado?

¿sos de carne y hueso?

¿o, a decir verdad, yo te invento

y te queda magnífico?

¿te gustan los pelos

en el cuerpo?

¿seguís con el vicio?

¿te afeitás mucho?

¿creés en los marcianos?

¿sabías que yo te toqué una vez 

y que yo no toco, así porque sí,

a todo el mundo?

¿a quién le vamos 

a encomendar 

nuestro cadáver?

porque yo pienso cada día 

en todo esto

tanto como pienso

en vos 

aunque te parezcas mucho

-como decía Gelman-

a la palabra "nunca"

🖊️ Agustina Ferrand 

no cometas el crimen, mujer, si no vas a cumplir la condena

Nadie quiere pagar la condena. Por eso nadie comete el crimen. Guardamos las pistolitas y no decimos ni "mu". Porque es más cómodo. Más fácil. Nadie quiere cambiar, para poder invadir. Nadie quiere invadir, porque puede que seamos un reclamo hecho persona. Nadie quiere reclamar, porque puede que nos asuste lo que vendrá después del reclamo. Hete aquí los tiempos que corren: somos agua, muerta de líquido y amor, en la heladera. Cubitos, que agonizan de frío, en la cubetera. Soldados de nadie, en guerras propias y ajenas. En tu defensa diré, palomita, que nunca pedí otra cosa que no sea el desastre que veía. Quizá porque yo también quería que no pidas otra cosa que no sea mi desastre. ¿Cuándo se está preparado para entrar por la puerta o la ventana? ¿Qué es lo que me quiero llevar de ese cuerpo o de esa casa? ¿Puedo ofrecer algún futuro posible? ¿O no que el futuro es un ultimátum de presentes y gratitudes al pasado? ¿Y si en realidad no tengo que estar preparado sino dispuesto y entregado? ¿Y si estar dispuesto y entregado, después de todo, no es otra cosa que hacer guardia cuando el otro está herido? ¿Y si a la herida no se la hicimos nosotros, pero aún así somos bálsamo y aguardamos? Hete aquí otra sentencia: Quien quiera cambios afuera deberá cambiarse primero a sí mismo. Quien primero se cambie a sí mismo modificará, en consecuencia, el mundo que le rodea. Y aunque intuyo que todo esto no es más que una mirada desde la azotea, también bajo a la calle y apunto a las estrellas. No sólo porque la sonrisa se dibuja. Sino porque todavía tengo fibrones, euforia y paciencia. Que no por ser contradictorios no trabajan muy bien en compañía. Entonces adivino el pellejo por debajo del detalle. Y me declaro vencedora y vencida, por haber limpiado los zapatos. Acto seguido gambeteo en el asfalto y en el barro. Por puro desear, nomás, que se muevan las antenas. Si la paloma pensara en su futuro ¿haría silencio y prendería una vela? ¿O nunca volvería para ver si el hechizo la termina hechizando? Son cosas que (nos) abruman pero que también (nos) despiertan. Allí donde haya una mano debajo de otra mano habrá un gualicho, pero también un pacto. Hete aquí el juego y el jugado.

🖊️ Agustina Ferrand 

viernes, 25 de julio de 2025

dedicatoria:

Para inaugurar la biblioteca de una adolescente. Dedicatoria a Renata (Sobrina y ahijada, 13 años) en uno de mis libros.

¡Renata! ¡Ahijada y sobrina! Te regalo mis libros con la esperanza de que sean, apenas, los primeros de muchos. Sé que la poesía es una buena compañía. Y además me gustaría transmitirte que de la calidad y cantidad de palabras que incorporemos dependerá lo bien, y lo lindo, que podremos desenvolvernos y presentarnos ante el mundo.

Confío en qué sabrás investigarme con todo el amor que hay en vos, que por cierto es mucho.

Con mis errores y aciertos. Te amo infinito.

(Y un dibujito).

🖊️ Agustina Ferrand


complejo usted que nunca amó un farol

Lo que decimos tiene lógica. Y del amor mejor no hablemos porque claro está que el amor siempre fue lo primero. ¿Quién podría decir "haz de amar su corazón de amapola, has de salvar al mundo perdonando a tu madre" si no ama ni siquiera la palabra "haz"? En esta vida, en este mundo, basta con amar una sola palabra para que todas las demás la sigan y se arme una terrible olla popular. Es que te entiendo tanto cuando te duele, y me duele tanto cuando te entiendo. Que tengo que mover una y otra vez las neuronas que mejor resisten. Para que el mundo sepa del amor y del trabajo que en nosotras anida. Porque no vinimos de un repollo, ni en un repollo queremos morirnos. Hay cartas eternas en nuestros infinitos micro-mensajes. Y hay infinitos micro-mensajes en nuestras cartas eternas. Por eso vale tanto el postre. Como el poeta que te ayuda a disfrutarlo. Y si no hay nadie que le cante al colectivo, el colectivo no arranca. O arranca, pero no lleva a nadie. Porque nadie viaja en ningún vehículo sin espíritu. Y a eso no te lo da la Inteligencia Artificial. Tonta que se cree que nos va a ganar porque es más rápida que una estrella fugaz. ¡Si supiera que somos nosotras las que estamos hechas de estrellas y no ella! Quizá en la letra chica nos diría "elijame cuando hago silencio y le permito pensar" o en todo caso "primero salga por todo el barrio a preguntar". Pero bueno, estamos en el Tercer Mundo y nadie retrocede tanto como quien proclama avanzar. A pesar de los añicos: sembramos esperanzas. Es decir: poemas. Es decir: polvo de estrellas. Así es como iluminamos, con la única condición de que nos ayuden a seguir comprando focos. Para que los faroles bajen y bajen de los fletes y cada fletero tenga su farol. ¿Es complejo? Complejo usted que nunca pidió un flete. Complejo usted que nunca amó un farol.

🖊️ Agustina Ferrand



martes, 22 de julio de 2025

loba, león o gatito

a Paula y Milena


tengo una amiga

que no quiero que se vaya

ella es orquídea

y el mundo la golpea


(yo también soy orquídea

pero ese es un tema 

para otro poema)


tengo una amiga

que cancela nuestros planes

y en el fondo hay un estado crítico

que es un poco de ella

y un poco mío


tengo una amiga

que escribe poemas y hace dibujos 

y cuando lo hace

yo siento que se mete en mi pecho

y lo llena de imágenes

(quiero decir: novedades)


tengo una amiga que no se anima

y yo siento que podría

- realmente podría -

perdonarle todo

incluso que me olvide


tengo una amiga que se ganó mi cariño

cuando dijo

"dos locas juntas sí, una loca sola nunca"

y yo quisiera

- realmente quisiera -

darle un trabajito acorde al peso de su vida

y hacer que su novio la ame para 100pre


y si eso no pasa

que nada sea tan terrible

como para patear esa cerveza

-o ese mate-

otra vez

y otra vez

porque no puede

y porque yo tampoco puedo

porque somos así

y un poco nos encanta

y otro poco nos trae un montón

de problemas


tengo una amiga que tiene el corazón

del mismo tamaño que su dolor

pero también

del mismo tamaño

que su sonrisa

por eso no es tan fácil darse cuenta

cuando hay algo que se apaga


tengo una amiga

que no quiero que se vaya

ella es orquídea

y el mundo la golpea


y yo quisiera

- realmente quisiera -

que sea loba

león

o gatito


🖊️ Agustina Ferrand

domingo, 20 de julio de 2025

amistad: "¡esa palabra!"

La amistad son dos almas -o más- que se desean sólo el bien y nada más que el bien, vengan de donde vengan, vayan adonde vayan y pase lo que les pase.

Que se envían luz, fuerza y energía, cada vez que se piensan o se miran.

Que funcionan de oído cuando las cosas no marchan. Y de tribuna número uno cuando las cosas sí salen.

Que escuchan precisamente nuestras contradicciones y abismos. 

"¿Estás bien, amiga?" "Sí, amiga, sigo viva". Es extraña la tierra. La experiencia terrenal, digo. Tanto por resolver, tanto por ajustar. Y yo acá diciéndote que "sigo viva", como si fuese poco. Y que le tengo pánico al futuro y demasiada hipocondría al pasado. Pero que si los miro mucho me voy a quedar sin presente. Y entonces no voy a tener ningún regalo.

La amistad es todo lo que toco, todo lo que comparto, todo lo que lavo, todo lo que estoy haciendo, todo lo que dejo de hacer y todo lo que junto.

La amistad es no pensar sólo en uno mismo. La amistad, también, es hacer algo por alguien completamente desconocido.

Amistad es ver en lo distinto lo que también existe en mí. Y no juzgarlo, sino comprenderlo y abrazarlo, aunque no sea simple el ejercicio.

La amistad es la música, la literatura, el voley, el fútbol.

La amistad es un aluvión de palomas o pajaritos y nosotros, diminutos bastardos, los que desde el banco agradecemos o festejamos el espectáculo.

La amistad es observar, detenerse, escuchar, caminar, andar en bici, preguntar, leer, cantar, escribir, ganar, perder, buscar, agradecer, abrazar. Lo que sea que me saque de mí y me conecte con algo que no sea yo mismo.

La amistad, de esa manera, es infinita y cambiante. Altiva y campante. Radiante y realista. Compasiva y pecadora. Única y transgresora. Distinta para cada uno. Pero, sin duda, necesaria para que la mecánica del mundo haga arrancar -todavía- a nuestros viejos o jóvenes autos.

Y entonces el viaje soñado por provincias o continentes que desde siempre nos estuvieron esperando.

🖊️ Agustina Ferrand 

Feliz día, amiguitos. Llevense la ofrenda.

La hice con cursilerías y cariño.

💌 Y venite al grupo de WhatsApp. No te vas arrepentir. Todo lo contrario, vas a ahondar con nosotros en los poemas más divertidos y profundos.

👋🏻 Saludos.



abuelo-raíz

honrar la raíz, llevarle al Abuelo

el diario en el que salgo y un gran amigo

me dibuja grandiosa ante el mundo


y que él se sienta orgulloso porque

enaltezco y elijo su apellido


además -según me dijo- no es ninguna

cháchara,

porque la nota ocupa "¡toda una página!"


el humor osado y ocurrente siempre

te acompaña a vos, terrible

 

ingenioso hasta los huesos

potente en cada célula


de vos me llevaré a todos los mundos

los días en los que nos subíamos al auto

-cuando también eras locutor y trabajabas en la radio-

y me llevabas, te decía,

a las mejores librerías

 

y yo podía elegir "Faber Castell", "Pizzini"

y "Rivadavia" -con una sonrisa de oreja a

oreja, como si me hubieses llevado a

conocer a Mickey a Disney-


aún cuando en casa sólo había soja,

chapas, pan del kiosco y mate en saquitos 


supiste sembrar en mí a una niña

que hoy se mima, todavía,

con las mejores marcas


no por vanidad ni mucho menos falta de

consciencia de clase, sino porque yo

también tengo derecho -zapatilla con

agujeritos y una lista interminable de desperfectos hogareños-


yo también tengo derecho, insisto


a sacar a esa niña

de ese estado de coma que es la pobreza,

cuando todo aprieta y apura,

y darle un reino de coronas, sueños altos y varitas 


de vos aprendí que la voz debe ser clara,

firme y altiva

y que ponerse a los demás en el bolsillo

no es otra cosa que sacarlos y darles

besos, en el momento oportuno,


"sólo así pagarás tus deudas, Agustina"


se entiende: las de todo tipo


🖊️ Agustina Ferrand




miércoles, 16 de julio de 2025

Marwan Makhoul, por Agustina Ferrand

🖊️ primero empecé con el dibujo y cuando me dí cuenta de lo que estaba sintiendo tuve que ir a buscar el poema del poeta palestino: Marwan Makhoul (1979) qué lejos y qué cerca que estamos de todo



pequeño frasquito, inmenso perfume

los girasoles no existen 

porque Vicent Van Gogh sufrió 

existen porque su hermano 

lo quería 

en medio de todo el dolor

tenía una conexión 

con el mundo

(Hanna Gadbsy)

El amor que tengo por mi hermana fue naciendo con el tiempo. La aceptación que siento por mi hermana, también fue naciendo con el tiempo. Sin embargo ella, frasquito pequeño, desde el minuto uno dejó ver todo su inmenso perfume. Y me llenó de amor, aromas y besos. Dicen que uno en la infancia, para poder sobrevivir cuando es adulto, tiene que haber sido amado aunque sea por una sola persona, sin escrúpulos. Y esa persona sin duda fue mi hermana, la que toma, ahorita mismo, con delicadeza y ternura mi corazón -y aunque a veces nos desentendemos, por la humanidad misma que nos habita- siempre lo deja en buenas manos o en su lugar. Nuestras pasiones no son las mismas. Pero donde estoy yo, de alguna manera, siempre está ella. Frasquito, pequeño

 encantado. Ramito de rosas que no pinchan. Te adoro y es mentira que te olvido. Si el ángel que me sigue, todavía, me pone un letrero con tu nombre. Leona inofensiva. Servilleta que nos limpia. Qué sería de este pueblo roto, que es nuestra familia, sin la acción que le metés a la suerte. Sin la suerte que también acompaña a tus brazos cansados, de tanto remar contra la corriente. Te amo, pequeño frasquito, inmenso perfume. Mis girasoles siempre fueron girasoles, porque vos los viste en la avant premiere y los reconociste. 

🖊️ Agustina Ferrand



probé con todo + terca como soy, deseo subir

Probé con todo: recitar en colectivos, salir a vender a la calle, ir a ferias, eventos, dar talleres y hasta frecuentar lugares turbios culturales. Escribí en cartón, en bolsas y en cartulina. Grafitié paredes y baños. Estuve en la desesperación y la máxima pobreza. Me cagué accidentando y mojando. Y también tuve benditos orgasmos. La gente me dió comida y me compró cafecitos. Me han regalado frazadas, fibrones y hasta un escritorio del cielo, que es el lugar desde donde ahora escribo. Pasar por todo eso me dió miedo y rabia. Pero lo pasé. Lo hice. Cuando volvía a casa los bichos me destrozaban. Las voces no me dejaban tranquila. Odiaba al mundo por ser mundo repleto de mundo. Entonces armé -siempre de la mano de la poesía- un lugar donde caerme muerta, como quien dice. Un lugar en el que nada de eso que tanto mal me hacía -y en ocasiones me sigue haciendo- no pudiese destruirme. Acá me sucedo, acá vivo, acá soy yo misma. Ya sin tanto frío, ni situaciones límite. Conseguí un montonazo -siempre de la mano de la poesía-. Me gané el respeto de grandes mujeres y grandes hombres -siempre de la mano de la poesía-. Y todo eso me enorgullece y fascina. Todo eso me dá vida. Amo soñar, porque soy de aire. Y sin querer a veces quemo, porque soy de fuego. Soy una aficionada del lenguaje. Creo que puede cambiar vidas y destinos. Creo que puede sacar a los humanos de lo pequeño, darle alas y -sin otra cosa que no sea la imaginación creadora constante- puede darte más dicha que todo lo que se dice que podría darnos dicha. Así que bien podría decir yo, a ésta altura de mis años y el recorrido, que soy una mujer afortunada. No porque lo haya conseguido todo. Sino porque sigo soñando y ardiendo, por subir más peldaños. Terca como soy, deseo subir.

🖊️ Agustina Ferrand


domingo, 13 de julio de 2025

dejá el trapito de lado, confiá

 *

quiero detener la gloria

por eso escribo, para eternizar algo: un momento encantado quizá 

y le saco punta a los libros

abriendolos a conciencia y al azar,

de igual manera: en todos y en cada uno de los versos encuentro maneras diferentes 

de entender mejor a los demás

*

sé que poner límites no es lo mío

que si por mí fuera todo sería

dar y dar

pero, a veces, me sube la ola del pecado 

y me vuelvo 7 veces capital

*

cuando vuelvo, con un poema bajo el brazo,

no te pido que lo olvides a él 

te pido que a vos te ames más

*

cuando te pido que a vos te ames más 

no te pido que ignores lo que te rodea

te pido que lo observes más 

*

cuando te pido que observes más 

no te pido que te alejes de mí 

te pido que al fulgor

lo traigas

y lo dejes acá 

*

si me agarro la cabeza 

dejame embarcar 

en tu cintura

*

a algún lugar repleto de luz

vos y yo: manchitas negras

sobre lienzo blanco

-o viceversa-

vamos a llegar

*

dejá el trapito de lado

confiá

*

🖊️ Agustina Ferrand

siempre me preguntaba "cómo te fue"

siempre me preguntaba "cómo te fue"/

nunca "cómo te sentís"/ o "cómo estás"/

por eso el puente insostenible/

atareado de personas/ amenazando con

tirarse/


Sofía tenía muchas diferencias con Fernanda.

Era demasiada poesía, demasiado hippismo -quizá-, demasiada luna, demasiada alma.

Y Fernanda era demasiado glamour, demasiadas luces, demasiado lujo, demasiado brillo, demasiada danza. 

Se desencontraban muy seguido. En especial: cuando mejor estaban.

Sofía optaba por pasar días enteros en silencio y, claro está, le fascinaba.

Fernanda, por el contrario, ponía cumbias o reggaetones -a todo lo que da- y apasionadamente bailaba y a viva voz cantaba.

Para Sofía quedarse quieta, leyendo o escribiendo, era su manera de sentir que no dejaba de moverse entre mundos diversos.

En cambio, Fernanda no concebía su vida sin aquietar su mente entre el deporte, la comida o el movimiento.

Las palabras que para Fernanda no eran más que palabras, para Sofía eran un código secreto que le permitía acercar su alma a otras almas.

Fernanda se veía muy interpelada por Sofía.

Que dicho sea de paso, haciéndole honor a su nombre, era muy sabia.

Cuando se encontraban había algo que las unía irremediablemente pero también, hondamente, las separaba.

Sofía sufría mucho por esa distancia. Sabía que no podía cambiarla. Entonces se hacía preguntas y -para su bien, pero también para su mal- las respuestas llegaban.

Era momento de encontrar otros caminos. De codearse con los suyos. Y de dejar que Fernanda, la otredad que tanto inflama, haga su vida sin tantas desgracias.

Porque eso era, para Fernanda, quedarse quieta y tener que examinarse: una verdadera desgracia. Sofía, en cambio, lo disfrutaba. Y si el río no era profundo se buscaba otro río. Como todo lo que debe vivir siguiendo su curso.


🖊️ Agustina Ferrand 

viernes, 11 de julio de 2025

menos mal que Cerati cantó:

hoy estuve en la misma esquina donde

me robaste un beso

ahí, en 25 de mayo y Junín, Santa Fe

Capital, ¿te acordás?

se hizo apasionado y laAAARGO el beso 

¿te acordás?

volvimos flotando ¿te acordás?

¿o de qué cosas te acordás?

porque yo recuerdo muy bien 

que fuiste -entre millones-

ingeniera

y quedó muy bien

el puente, entre tu boca y la mía,

supongo que por exceso de incertidumbre

o por múltiples ventanas que se abrían 

no fui yo la que tomó la iniciativa

mejor que haya sido así 

y que no seas vos, mujer, quien cuide

los detalles

sino quien se los lleva por delante 

porque fue eso -y no otra cosa-

lo que me maravilló aquel 24 del 04

del 24

¿querés que te transcriba el boleto 

o así venimos bien?

si supieras lo mucho que quise invitarte

a casa, ahora que tiene machimbre 

¡vos vieras, mujer! ¡parece un hotel!

pero no te invito, porque vos tenés tus

cosas -ya me lo dijiste-

y tus anti-cosas también

cuestión: estuve en esa esquina

y no te voy a decir que se me ensanchó

la sonrisa, todo lo contrario,

puteé mucho, muchísimo puteé

y me quedé cabizbaja

haciéndole comentarios de señora

a la señora que esperaba el colectivo conmigo 

y con los otros

que ya no eran nada ni nadie

porque toda yo nomás era

el recuerdo

la frustración 

y la agonía

pero qué flor de puta esa esquina

menos mal que Cerati cantó "palabras

profanas de tu boca pura"

porque sino no encontraba el remate


🖊️ Agustina Ferrand

sábado, 5 de julio de 2025

desde 1992 lo veo al cardenal

no sé lo que voy a hacer con el cardenal que se posó en mi tapial 

viene aterrizando ahí desde el día en que nací

desde 1992 lo veo al cardenal

de hecho: fue lo primero -o lo segundo- que ví

me pregunto quién seré cuando levante vuelo y pase de este mundo al otro mundo 

porque es cierto que a veces me ahoga, me ningunea, se me ríe, o me intimida

a su manera: como hacen los cardenales

y yo, que soy tan pajarita como él,

en realidad lo entiendo como a nadie

y le tiro besos, plumas y paisajes

pero él no sabe, nunca sabe,

que tengo apenas 33 años

y es lo más normal del mundo

tener ésta molestia en la ingle 

que algunos doctorados en el asunto suelen identificar

como "exceso de futuro"

en mi defensa diré que yo nunca quise

cargar con la cruz de mis antepasados 

pero no "por no querer"

viene Dios y me la quita


🖊️ Agustina Ferrand

"Del amor yo sólo sé que la quería": HABEMUS PARTO, Junio 2025, Santo Tomé, Santa Fe, Argentina















a los mejores senti-momentos me los llevo fuera del flash, PERO DECIME SI NO ES LINDO tener fotos de ese invierno, jugando con el nombre del libro de Maru 🤩✨🍋 BUONGGIORNO PRINCIPES Y PRINCIPESSAS 💛✨🏆 las palabras ganaron la batalla y fue en Santo Tomé, Santa Fe, Argentina 🇦🇷 

de la mano de @santotopoet @literatura_inoperante @culturasantoto ¡y personas necesarias que senti-asistieron y se pusieron en la piel de mi poesía! me siento útil y enorme 🥹 también se me congela todo lo que tengo y lo que no tengo ☃️ pero el fueguito del poema *hay que decirlo* le dá calor a todo

🫵🏻✨🔥 QUE DEL AMOR SÓLO SEPAMOS

💌 nos vemos en el libro 🌈

GRACIAS INTERGALÁCTICAS Y  EXTRASENSORIALES 🙌🏻

habemus parto 🙈

📸 Ph: Milena Calello

(te amo, amiga, gracias) 💛🙏🏻

déjame un "♥️" y te regalo unos versos 🤩

según mi amigo Diego "soy un marciano" (sólo resta abducir personas y enviar rayos)


 










Poesía extraterrestre en Santo Tomé

🖊️ por Diego Suárez 

gracias, Diego 🫂 

Darle la bienvenida a Del amor yo sólo sé que la quería (Colección LuzAzul, 2025), el nuevo libro de la poeta santotomesina Agustina Ferrand (Santa Fe, 1992), implica varias cuestiones.

Por un lado, estar dispuestos a ingresar a un universo en expansión desde hace ocho publicaciones: cinco editadas por La Gota Microediciones (Porfiada, 2014; Me puedo equivocar, 2016; Vos no sos como yo, 2017; Como un gato, 2018; El fuego que soñamos, 2019), una por Editorial Palabrava (El mecanismo del beso, 2021), otra por la Colección LuzAzul (Cacháca, 2023) y por Ana Editorial (Canción para los días difíciles, 2024). (Un mapeo del ecosistema editorial local: Sauce Viejo, Santa Fe, Santo Tomé, Paraná, respectivamente). 

Por otra parte, implica tener la predisposición para cambiarle rotundamente el nombre a las cosas, por ejemplo, “¿y si cuando lloramos nos dicen/ ‘AGUA, qué profunda’/ cuando deseamos nos dicen/ ‘FUEGO, sos enorme’/ y cuando soñamos nos dicen/ ‘AIRE, despeinanos’ (….)?”. Desde la primera página de su primer libro, la poesía, en manos de Agustina, constituye algo poderoso capaz de transformar la realidad, aunque sea por un instante. ¿La realidad de quién, o de quiénes? De ella misma, en primer lugar, pero abriendo generosamente la posibilidad de un diálogo con quienes ingresan a su universo. Dice: “a lo que iba es a que el amor además de ser silencio/ también puede ser una gran conversación”. 

Ocurre que al hablar de “una mujer que ama a otras mujeres”, del mate, de los vínculos, de “lo caro/ (lo fuerte)/ que cotiza la atención”, de “que nadie salva a nadie/ pero nadie se salva solo”, lo que subyace en estas expresiones poéticas es la problemática de la salud mental. Quien tenga alguna duda al respecto, puede buscar y escuchar atentamente la charla TedX que grabó Agustina en el 2018 con el título “Si me vas a querer, quereme con bichos”, donde ella misma considera que desnudó su alma por completo, dejando al descubierto la mujer fuerte y frágil que es. En su libro ejercita la cura por la palabra, diciendo: “Te vas a dar cuenta de que vivo en una nave/ que difícilmente conecta con la tierra”; “estoy sanando un montón de cosas que no digo/ estoy sanando un montón de cosas que no llego/ a comunicar/ van por dentro/ como una calesita musical”; y remata apoyándose en una cita de Nina Ferrari: “Algunas mujeres aprendemos a hablar al año/ y recién a los treinta a poder decir lo que sentimos”. 

En esta vasta conversación, en esta clara búsqueda de comunicación, el contenido moldea su forma. En algunos casos, amerita un verso predestinado al canto; en otros, una prosa que circula por cauces poéticos, a veces tiñéndose de confesión, otras de fluir de la consciencia, o simplemente ciñéndose a la anécdota. Sea como fuere, el lugar de enunciación que se construye es incuestionable: “te escribo desde mi debilidad más honesta/ no hay nada interesante que decir”; “a lo que iba es a que realmente me interesa conocer el trasfondo de las cosas”. ¿Cómo reaccionará la crítica literaria ante esta escritura que atenta contra ciertos mandatos poéticos contemporáneos, con su irreductible autorreferencialidad, sus desprejuiciados juegos con el lado kitsch de la cultura popular, la incorporación de voces de la más lisa y llana oralidad contra toda gramaticalidad? Por lo pronto, Agustina se encoge de hombros: “Les doy mis mejores y peores yugulares. Ustedes salten”. Lo que engrandece su estilo es esa honestidad más allá de toda norma estética. Por algo forma parte de la titánica antología Poetas argentinas: 1981-2000, seleccionada y prologada por Elena Anníbali y publicada en 2023 por la Editorial Del Dock. 

En pocas palabras, así de intenso, profundo, multiforme, es el universo que nos depara Del amor yo sólo sé que la quería, una poesía extraterrestre escrita por una “aficionada al lenguaje”  que vive en su nave y que afortunadamente, cada tanto, les envía mensajes a sus lectores terrícolas, a través de sus libros o de su Instagram.


abrazame


Te pedí que me abraces.

Que me abraces muy fuerte.

Eso fue un hecho.

Tu respiración se fundió con la mía.

¡Nuestros ritmos cardíacos

se parecían!

¡Maravillosamente se parecían!

No había muchas estrellas.

Pero estábamos ahí.

Era de noche. Vos tenías flequillo.

Yo te necesitaba como nunca.

Y mi niña, por primera vez,

reconocía a tu niña.


soltar un pájaro


te han lastimado tanto, mi niña

te duele que se haya violado

el espacio sagrado de tu mente y tu cuerpo

una y mil veces

de cientos y miles de maneras

y vos todavía culpándote

por haber sido objeto de deseo 

y además queriendo salvar

eso mismo que se te reía en la 

cara

claro que sí te lastimaron

claro que quisieron llevarte de los pelos

al olvido de la infancia

pero vos fuiste fuerte, muy fuerte

aún en tu debilidad más tremenda

y supiste juntar la pelota nuevamente

para que todo vuelva a girar

supiste hacerlo

quisiste sentir a Dios en ese gesto

-o como quieras decirle

a esa energía que te enlaza con algo más grande –

de miles de maneras

te pidieron que te calmes


pero vos sentías ese fuego, esa hambre

esas ganas de seguir exigiendo más


y ahora qué vas a hacer, mi niña

excepto agradecerte por lo que hiciste hasta acá

ahora qué vas a hacer

excepto encontrar nuevos caminos

hacer nuevas marcas

convivir con la cicatriz - y su molestia -

y lamerla como quien lame a un amado

ahora qué vas a hacer si no es

poner un límite, comprender tu historia

sostenerte en la música,

hacer silencio, unir palabras 

soltar un pájaro

 

decime, mi niña

ahora qué vas a hacer si no es

soltar un pájaro

jueves, 3 de julio de 2025

no éramos difíciles, estábamos en las manos equivocadas

No éramos difíciles. Estábamos en las manos equivocadas. Tampoco decíamos incoherencias. Sencillamente no éramos verdaderamente escuchadas. Y si abuso del "mente" es porque me puse a pensar para ordenar el panorama.

Estoy infinitamente agradecida por todo lo que me diste, ovejita. Y aunque te hablo a vos, y lo subo a Instagram, mi lenguaje del amor siempre será desbordarme.

Qué suerte que tuve cuando te sinceraste. Porque de no haberlo hecho yo estaría, ahora mismo, bajo los efectos de una gran mentira.

Quizá de no haber colisionado contra vos nunca me hubiese enterado de todo lo que soy capaz de hacer "por" y sentir "a partir de".

Es muy probable que la presión que ejerciste haya agilizado al diamante.

Seguramente el brillo tenga que ver con ambas (y no con una sola).

Por nada del mundo estoy arrepentida.

Crecer es mejorar los argumentos y salir más a la calle.

Salir más a la calle es volver con toda la guerra que se te pueda ocurrir y transformarla en paz.

La paz no existe, claramente, pero nosotras la inventamos.

Sigo sosteniendo una caja en la que guardo velas, pastillas y carcajadas.

Hacer reír a alguien es igual de importante que conocer su dolor más hondo.

Conocer su dolor más hondo jamás debería ser una piedra que, después, le arrojamos en la cara.

Me limpio los ojos, por las certezas y por las dudas, y también te paso un pañuelito.

Hasta acá llego el tren desde el cual veías mi casa.

Desde tu casa se ven las mismas estrellas que se ven desde la mía.

Ayer le puse tu nombre a una flor y a una patada.

También lavé mi ropa interior.

Y le dije a mi perro todo lo que se le dice a los perros cuando se los ama.

No éramos difíciles. Estábamos en las manos equivocadas.

Menos mal que apareciste para irte.

Menos mal que cuando nos vamos, tarde o temprano, aparecemos.

Y si me quedo con el boleto es por puro amor al detalle. Lo que se ve es lo que se ve: acá nadie se despelotó por entregarse.

🖊️ Agustina Ferrand



miércoles, 2 de julio de 2025

lo de las hojitas secas en otoño estuvo lindo

lo de las hojitas secas en otoño estuvo lindo* y lo de los gorritos en invierno también* a saber: a ésta altura del partido yo no quiero ganarle a nadie* mucho menos ganarla a usted* lo que le propongo es, más bien, algo así como un empate* que para pérdidas y terceras guerras mundiales ya tenemos al mismísimo planeta* me bastaría con reírme hasta reventar* por ejemplo* o sencillamente pedirle que se quede quieta* chito* no se mueva* para mirarla y mirarla* como si tuviese que pintarla* aunque yo no pinto* así que, por favor, no se ilusione con eso* si quiere puede traer fibrones, cigarrillos y una yerba "sinceridad"* lástima que si se termina voy a tener que empezar a mentirle* y ahí sí que se va a poner mundana la cosa* por las dudas guarde una nube* por si el sol no le deja ver bien el norte* o sea: la soledad de cada día* esa que es tan de todos que ya no es ni un poco de nadie* lo que deseo comunicarle es que no hay mal que por bien no venga* y si usted es un pájaro yo lo suelto* pero si quiere también lo amarro* conteste, por favor* que me estoy congelando*

🖊️ Agustina Ferrand

algunos, de tanto perder, hemos perdido hasta el miedo

Empezar por lo peor es de lo mejor que me pasó. Bueno, en realidad no. Pero me refiero a mostrarte el carozo del durazno, sin que tengas que...